Pocas novedades en la casa de Guadalix.
Una semana más bien larga, con una prueba agotadora que encima hemos suspendido. La casa sigue sin cambios, los mismos problemas y los mismos roces de siempre.
Anoche a la hora de cenar, Marta iva a cocinar arroz. Todos le pedimos que nos los cocinara a la misma vez, y todos le dimos arroz para que hubiera de sobra. No me lo podía creer cuando vi mi plato. Una masa plastosa de arroz pasado, que más que arroz era sopa de arroz con leche. "Bueno, no importa, la chica lo ha hecho como ha podido" pensé, pero cuando miré al plato de Rubén y de Yago me parecio una burla total. Su plato, aparte de no estar aguado y pasado como el mio, era como el doble de arroz. Me ofendí bastante, pues fue un gesto feisimo y para mí, una burla. Indignado quise confesarme con Yago, y su respuesta fue algo así como: "si tienes algún problema con ella, no es asunto mio, arreglalo con ella y punto". La verdad me pilló desprevenido porque no era mi intención malhablar gratuitamente de ella, era solo para que viera el gesto tan feo. Me sorprendió la respuesta de Yago, pues cuando él viene a contarme sus problemas con Rubén o con algún otro compañero le escucho e intento ponerme en su lugar para comprenderlo. Le dije que me parecia que me estaba hablando con doble sentido y que no venía al caso. Su respuesta fue ponerse a la defensiva y ofenderse conmigo. Nosé, me huele un poco a quemado todo este asunto.
Después de aquello, fiesta. Feliz no cumpleaños para mí y todos los que no hemos celebrado el cumple aquí. La fiesta muy bien montanda con aperitivos y bebidas, pero el hambiente muy soso. Todo bien menos un encontronazo con Lidia.
Lidia tiene algo de tabaco, pues le gusta fumar en las fiestas y Terry le dejó en herencia sus dos paquetes de cigarros. Repartió medio paquete creo. Su llave se le perdió antes de ayer y ayer rompió su cajita para cojer tabaco. Se sorprendió del poco genero que le queda y su salida ha sido acusar a alguien de la casa de robar su tabaco. Me juego un brazo que ese tabaco se lo ha fumado ella, pues entre los seis que quedamos todos juramos nuestra inocencia. Ofendida con este raro asunto, anoche también pensó que un pedazo de tarta se le había sustraido destrangis y la pagó con Laura y conmigo. Se acercó a mí con una actitud desafiante acusando de que le había desaparecido la tarta y tiro contra un plato (de muy malas formas) la cucharilla que iva a usar para comerme mi tarta, vino Laura y se encontró con la misma actitud y con una mirada desafiante. Laura tranquilamente miró y encontro la tarta perdida. Lidia no pidió disculpas ni por las formas ni por nada, la cambió de sitio y se fue. Cada vez me parece menos honesta y consentida.
Poco más, estas son las pobres novedades de esta nuestra casa. Simples detalles feos, que tampoco tienen mayor importancia pero que configuran mi estancia aquí y el hambiente reinante.
Anoche soñé contigo Lapo, soñé que estabamos fuera y me contabas unas de esas batallas que siempre te gusta contarme. Desperté pensando que estaba en casa, pero abrí los ojos y me vi en el mismo nicho de siempre.
Miguelito Alba, he encontrado un cantante de flamenco que es igual a tí, y te estoy enseñando por la casa. Se llama Miguel Poveda.
Os quiero a todos. Muchisimos besos a Maria.
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